Policía dispara contra indígenas levantados en demanda de sus derechos.
“¡Han matado a mi hermano, han matado a mi hermano!”, gritó la dirigente indígena huambisa Nélida Calvo Nantip, en plena conferencia de prensa con la Asociación de la Prensa Extranjera en el Perú el 5 de junio, tras recibir una llamada telefónica.Calvo Nantip, junto con los líderes nativos Alberto Pizango, Servando Puerta, Marcial Mudarra y Rubén Binari, habían denunciado ante los corresponsales extranjeros que esa madrugada habían fallecido 25 indígenas a manos de la Policía en el norteño departamento de Amazonas.El gobierno, por su parte, afirmó que siete policías habían muerto en enfrentamientos con los nativos cuando intentaban desalojarlos de la carretera Fernando Belaúnde Terry.El presidente Alan García responsabilizó de los hechos a Pizango, quien insistió que es el gobierno el que debe responder por la muerte de sus hermanos indígenas.Puerta, presidente de la Organización Regional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Norte del Perú (Orpian), precisó que es imposible que los indígenas hubieran disparado contra los agentes porque no tienen armas de guerra, sino sólo lanzas y flechas.“Tres helicópteros de las Fuerzas Armadas están volando, lanzando bombas lacrimógenas y balas directamente en ráfagas (contra los indígenas), como si fuéramos delincuentes, como si no hubieran mujeres y niños protestando”, dijo.Pizango, presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), manifestó que uno de los fallecidos es Santiago Manuin, presidente del comité de lucha de Bagua Chica.Los indígenas iniciaron su levantamiento el 9 de abril demandando la derogatoria de siete decretos legislativos —que forman parte de un paquete de normas exigidas para la entrada en vigencia del tratado de libre comercio con EEUU— y que consideran vulneran sus derechos.“Yo quiero responsabilizar al gobierno de (el presidente) Alan García Pérez de ordenar el genocidio”, dijo Pizango. “Nos están matando por defender la vida, la soberanía, la dignidad humana, el pulmón del mundo. Miles de años hemos manejado (los bosques amazónicos), no hemos depredado”.El dirigente awajun Marcial Mudarra, señaló, por su parte, que “esta es una provocación del gobierno de turno. El pueblo indígena es pacifico, nunca ha provocado. Ha reclamado sus justos derechos. A pesar de que estamos haciendo protestas pacíficas, el gobierno, por sus intereses, ha empezado a criminalizar. Nos sentimos heridos, atropellados, amenazados”.Pizango y otros cinco dirigentes indígenas han sido denunciados penalmente por el gobierno por atentar contra la tranquilidad pública y atacar medios de transporte, comunicación y otros servicios públicos.Los intentos de diálogo han fracasado, mientras el Congreso carece de voluntad política para derogar los decretos considerados inconstitucionales y lesivos a los derechos de los indígenas por la Defensoría del Pueblo.